ERC visita Ibiza. Es la guerra civil. Lo

Antecedentes:
«Durante todo el periodo Republicano, las izquierdas proclamaron sin ambajes su declarada intención de ir hacia la revolución socialista (mitines del «Lenin español»  Largo Cabalero, o Prieto) tal y como había ocurrido 17 años antes en Rusia.
La masiva quema de iglesias en mayo de 1931, los sucesos del levantamiento anarquista de casas viejas o el sangriento golpe de estado de 1934 en Asturias con la declaración de independencia en Cataluña del golpista Companys, son solo un anticipo de lo que tras el pucherazo electoral de 1936 se iba a vivir (véanse las recuperadas memorias presidente II Depública, D. Alcala Zamora) y sufriría España; desatándose el pistolerismo rojo y la abierta persecución política continuada por parte de las milicias de UGT / FAI / Juventudes socialistas frente a elementos del requete, JONS, accion catolica y Falange.

Las declaraciones de los lideres mas significados del frente popular no dejan lugar a dudas:

“si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada”  Largo Caballero, 19 de enero de 1936, Alicante.

“la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución“  Largo Caballero, 20 de enero de 1936, Linares

 “estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia. Tenemos que recorrer un periodo de transición hasta el socialismo integral, y ese período es la dictadura del proletariado, hacia la cual vamos.” Largo Caballero10 de febrero, en el Cine Europa, Madrid

 “Los gobernadores de Portela habían huido casi todos. Nadie mandaba en ninguna parte y empezaron los motines«. Elecciones febrero 1936 Manuel Azaña

«Manuel Becerra (…) conocedor como último ministro de Justicia y Trabajo de los datos que debían escrutarse, calculó un 50% menos las actas, cuya adjudicación se ha variado bajo la acción combinada del miedo y la crisis«. Elecciones 1936  Alcala-Zamora

«Al realizarse el escrutinio general de las elecciones se utilizó en diversas provincias el procedimiento delictivo de la falsificación de actas, proclamándose diputados a quienes no habían sido elegidos; con evidente arbitrariedad se anularon elecciones de diputados en varias circunscripciones para verificarse de nuevo en condiciones de violencia y coacción que las hacían inválidas; se declaró la incapacidad de diputados que no estaban real y legalmente incursos en ella, apareciendo acreditado también que, como consecuencia de tal fraude electoral, los partidos del llamado “Frente Popular” aumentaron sus huestes parlamentarias y los partidos de significación opuesta vieron ilegalmente mutilados sus grupos..” Dictamen sobre ilegitimidad de poderes actuantes en 18 de julio de 1936

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IBIZA 1936

El 25 de febrero de 1936, poco después de confirmarse la victoria del Frente Popular, Diario de Ibiza recogía en sus páginas un comentario del británico The Times, en el cual se abundaba en que la novel República solo necesitaba voluntad para “hacer funcionar la democracia que tan penosamente ha instituido”, pues “si la minoría se somete ahora a la decisión de la mayoría, y la mayoría respeta los derechos de la minoría; en otras palabras: si los españoles son capaces de poner a España por delante de los partidos un gran futuro le aguarda a esta nación en su camino”. Lo malo es que no parecía ser esa la intención de una buena parte de los poderes fácticos nacionales, ya fueren los que pretendían usufructuar la hegemonía en el régimen con su concepción identificativa con el mismo, ya aquellos otros nunca dispuestos a hacer caso de la advertencia de la reina María Cristina de Borbón al general Espartero de que el Ejército no debía meterse a político (1).

En las Pitiüses, para el 22 de marzo de 1936 se estaba organizando una manifestación a modo de la multitudinaria celebrada en Palma el día 15, y en la cual se exigiría al Gobierno la anulación de las elecciones a diputados en Balears (donde la derecha gano por amplia mayoria), el cumplimiento del programa electoral frentepopulista y la ejecución de obras públicas que mitigasen el galopante paro obrero. Presidida por la comisión gestora de la ciudad, concluiría con un mitin en la Casa del Pueblo; pero hubo de ser suspendida tras lo sucedido en la noche del 20 de marzo, cuando un grupo de anarquistas penetró violentamente en la Casa Consistorial y se apoderó de los retratos de la galería de ibicencos ilustres. Así, el único cuadro que dejarán colgado en su sitio será el de Enrique Fajarnés Tur, siendo los demás arrojados al mar por el llamado Balcó del Mediterrani, la punta marina de la plaza de Espanya que diría el Fajarnés escritor.

El mes de abril será igualmente tenso en Eivissa y Formentera, especialmente por los asaltos a varias iglesias, los robos en algunas casas acomodadas y el Ayuntamiento de Sant Josep o el incidente del bar Can Mussón, en Santa Eulària, donde varios vecinos entraron con los puños en alto en tanto que un tal Antonio Guasch Clapés respondía con el saludo fascista antes de sacar una pistola amenazante, que luego resultó ser una linterna con forma de revólver.

La conflictividad social también aumentará en las Pitiüses durante esos meses, como lo demuestra el hecho de que el Comité de Parados de Peonaje General, nacido frente al capitalino Patronato Contra el Paro Obrero (2), amenazase con ir a la huelga general si seguía sin resolverse tan acuciante problema. Es más, aunque el 23 de marzo quedó solucionada una huelga de albañiles declarada ese mismo día por no admitir algunos patronos la jornada de cuarenta y cuatro horas semanales, a mediados de mayo continuaba en el muelle la huelga de cargadores afiliados a La MarítimaTerrestre (3).

Asimismo, en la mañana del 13 de julio se declararon en huelga las obreras de la fábrica de géneros de punto Calcetería Hispánica, SA, con carácter indefinido, mientras no fueran aprobadas las bases presentadas; lo que provocó que El Compañerismo, por unanimidad, acordase ir a un paro general del gremio en solidaridad con las obreras de Can Ventosa. En la huelga, alentada por Margalida Roig Colomar ‘Llogat’ —afiliada a la UGT y una de las fundadoras, en febrero de 1936, de la Unión Obrera Femenina—, las reivindicaciones versaban sobre una mejora de las condiciones laborales, aumento salarial y mantenimiento del puesto de trabajo (4)

Por lo que respecta al derecho constitucional de todo ciudadano a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión y sin sujetarse a previa censura, a partir del 11 de abril verá Excelsior mermada esta capacidad al aparecer sus ediciones visadas por la censura; al igual que La Voz de Ibiza a partir del 2 de mayo, La Defensa desde el 21 del mismo mes o Diario de Ibiza desde el 26 de mayo. No obstante, en el caso de las Pitiüses, y a pesar de que el periódico católico utilice las palabras de Royo Villanova para reprobar que el régimen de censura de la prensa del momento era “mucho más severo que cuando la dictadura” (Ex, 11/07/1036), no podemos decir que fuera especialmente riguroso, y menos para Excelsior. Así, entre abril y julio de 1936, éste publicará editoriales del tipo ‘Los que viven del sudor ajeno y los que especulan con el dolor de los demás’, en el cual denuncia que para poder laborar los trabajadores debían afiliarse a UGT o CNT; ‘Una epopeya moderna’, en donde ensalza la figura de Mussolini; o ‘¿Tolerancia religiosa en Rusia?’, en el que se pregunta: “[…] ¿Qué habrán dicho los insensatos seguidores de la Rusia persecutoria que tenemos hoy en España? ¿Qué habrán pensado estos incendiarios, estos legisladores sectarios, estos eternos perseguidores del nombre cristiano […]?” (Ex, 23/05/1936). Es más, junto a estos editoriales verán la luz informaciones y artículos de opinión en los que podemos leer que “las Derechas no se presentan a las elecciones para compromisarios porque no hay garantía de libertad del sufragio” (Ex, 25/04/1936), que en las parciales de Cuenca y Granada está en entredicho la veracidad de los resultados electorales porque “triunfó el Frente Popular como era de suponer” (Ex, 06/05/1936), o que la comisión gestora de Sant Josep de sa Talaia no quiso conceder el permiso necesario para celebrar una ballada en Ca s’Hereva, que iban a filmar unos extranjeros, porque… “si se hubiese tratado de un agarrado, seguramente lo hubieran concedido./ ¿Pero cómo pueden tolerar estas expansiones del pueblo, quienes ni son del pueblo ni lo representan?” (Ex, 08/07/1936).

Todas estas tensiones e incertidumbres, ora locales ora estatales, influían notablemente en la tarea de gobernanza municipal de los consistorios, como podemos apreciar en el de la ciudad de Eivissa donde, verbigracia, en el pleno del 17 de abril Agustín Gutiérrez Serra proclamará, dirigiéndose a los numerosos oyentes congregados en la sala, que en “el régimen capitalista no hay que formarse ilusiones de una completa solución del paro, mientras no sean intervenidas las fuentes de riqueza por los obreros” (DI, 18/04/36). Si bien, la sesión del 6 de julio será la mejor muestra de cómo estaban de alterados los ánimos, cuando el mismo Gutiérrez manifieste “que hay que actuar en todos los órdenes revolucionariamente, pues con benevolencia no se logrará nada útil […]”. En la misma, Antonio Albert le suplicará que no emplee esos términos y que sí debe tenerse magnanimidad; pero aquél insistirá: “[…] Desde hoy la benevolencia tiene que ser para los obreros, antes era para los burgueses. El que boicotea la gestora, que es boicotear al régimen, se le manda a la cárcel” (LVI, 07/07/1936). Debió de ser probablemente en este pleno, repleto el salón de un público agitado, cuando el alcalde Vicente Colom “hubo de enfrentarse a sus propios correligionarios para contenerlos, para cortar probables conductas violentas. Lo consiguió, pero de aquel combate salió destrozado. Al atardecer abandonaba, solo y llorando, el Ayuntamiento […]” (Fajarnés, 1995: 308-309).

Ciertamente, la situación estaba harto deteriorada a estas alturas, lo cual no quiere decir que no hubiera todavía remedio, más bien no había voluntad de ponerlo, pues, si Largo Caballero antes de las elecciones había amenazado con que si ganaban las derechas los socialistas habrían de lanzarse a la guerra civil abierta (4), ahora las derechas se debatían entre las posturas legalistas de Gil-Robles y las belicistas y violentas de Calvo Sotelo, Fal Conde o Primo de Rivera; bien que pesaban mucho más estas últimas que las reconciliadoras. Mientras, la Junta Suprema Militar Carlista preparaba un alzamiento desde Saint-Jean-de-Luz, en tanto que, en Madrid, algunos de los principales generales hacían lo propio desde tiempo atrás; y las JAP, en plena senda hacia el fascismo, se le iban de las manos a don José María, quien pedía al ministro de Gobernación que liberase a los cerca de dos mil quinientos detenidos pertenecientes a la CEDA, aunque el ministro le contestase que suponía que no eran cedistas sino fascistas. Estas palabras le harán replicar al salmantino, resignado: “Es posible que lleve usted razón, y que a estas horas ya no sean afiliados a Acción Popular y sí a Falange. Se están volcando todos en esa organización” (LVI, 12/05/1936).

En las primeras horas de la noche del domingo, 12 de julio, pistoleros (Carlistas o falangistas) asesinaban al teniente José del Castillo, instructor de las milicias socialistas, enemigos declarados de Falange, a la que habían perseguido con criminal saña desde su fundación (Jose Antonio era llamado en tono burlesco «Juan Simon el enterrador»). Al día siguiente, como brutal respuesta al no menos horrendo asesinato del guardia de asalto, el lider de la oposicion y ex ministro, D José Calvo Sotelo era secuestrado de su casa con nocturnidad y asesinado por miembros del PSOE, escoltas de Prieto («este atentado es la guerra» diria Prieto al enterarse esa misma noche). Dias antes habia amenazado de muerte en sede parlamentaria por diputados de izquierda (dolores ibarruri) y su escolta habia sido cambiada (hecho que fue denunciado, sin resultado)

La sublevación se inició el viernes 17 de julio en la guarnición de Melilla. Al día siguiente, Francisco Franco Bahamonde decretaba el estado de guerra en las Islas Canarias y se trasladaba en avión hasta Casablanca, no entrando en Tetuán, capital del protectorado, hasta las siete y media de la mañana del 19 de julio; el mismo día en que, desde el Ayuntamiento de Ceuta, dicho general golpista anunciaba oficialmente el alzamiento militar. Sin embargo, la rebelión ya se había extendido por la península durante la jornada del sábado 18, fecha en la que, por la noche y en Eivissa, en la Casa del Pueblo se reunirán de urgencia cerca de treinta integrantes de organizaciones izquierdistas y anarquistas junto al alcalde Colom, quien se negará en redondo a entregar armas. Mientras, en el capitalino paseo de Vara de Rey, grupos derechistas daban, eufóricos, vivas a la Guardia Civil.

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El domingo, 19 de julio, el general Manuel Goded Llopis, comandante militar de Balears, decretará el estado de guerra en todo el archipiélago, en tanto que el capitán de Infantería Rafael García Ledesma, la máxima autoridad militar pitiusa en ese momento, hacía lo propio en Eivissa y Formentera, sumándose de esta manera al golpe de Estado. Ese mismo domingo, por disposición de la autoridad militar, las comisiones gestoras de los ayuntamientos serán destituidas, posesionándose los anteriores regidores y alcaldes, que se pondrán incondicionalmente a las órdenes de los sublevados. Al día siguiente, Julio Mestre Martí, comandante de Infantería perteneciente al Regimiento 34º de Barcelona y que se hallaba de veraneo en la isla —en cuya guarnición había prestado sus servicios durante varios años y donde casó con la ibicenca María Llobet—, se hará cargo de la Comandancia Militar de Eivissa y del mando de todas las fuerzas que guarecían dicha plaza. De inmediato, ordenará la práctica de registros domiciliarios y detenciones de izquierdistas, así como el establecimiento de la previa censura militar y la clausura de la Casa del Pueblo y de algunos bares como La Estrella; contando para ello con la nula resistencia interior y la adhesión de las principales familias y de muchos payeses que llegaban a la ciudad a ofrecerse fervorosamente a las autoridades rebeldes. El 27 de julio, y al mando del teniente Miguel Tuells Riquer, partirá para Formentera una pequeña sección de Infantería conformada por veintitrés soldados.

La Generalidad de Cataluña organiza un intento de conquista en las Islas Baleares mayoritariamente en manos de los militares fascistas sublevados, menos la isla de Menorca. Unos 2.000 afiliados a de Estado Catalán y bastantes de ERC se apuntaron voluntarios. También un buen número de miembros de la CNT, PSUC y POUM se apuntaron. El gobierno central republicano en principio apoyó y permitió al capitán Bayo ponerse al frente de la expedición junto a Justo Tur Puguet,  elegido en 1936 secretario general de las JSU de Ibiza.

Indalecio Prieto con Alberto Bayo Giroud

Milicianos de ERC desfilan en el puerto de ibiza

Manuel Talens se unió a la expedición con las columnas de Estado Catalán, saliendo en uno de los primeros barcos de la expedición capitaneada por el capitán Bayo a principios de Agosto de 1936 que finalmente confluyeron en Ibiza el 6 de agosto con una expedición valenciana capitaneada por el capitán Uribarri. 

En esta isla, Ibiza, el 7 de agosto desembarcará la expedición gubernamental de Alberto Bayo Giraud, capitán de aviación, y Manuel Uríbarry Barutell, capitán de la Guardia Civil. La expedición la constituían dos columnas: la de Bayo, salida de Barcelona y compuesta por dos mil milicianos, y a la que también se conocía como columna de la sífilis; y la de Uríbarry, que partió de València con cuatrocientos guardias civiles de la zona de Albacete. Al día siguiente descenderán en Eivissa, concretamente en el cabo Maló, en el Pou des Lleó de Sant Carles de Peralta; quedando las Pitiüses, desde esta fecha y hasta el 20 de septiembre, adscritas a la España republicana. La expedición valenciana capitaneada por el capitán Uribarri, bajo las presiones del gobierno central a Uribarri de seguir sus órdenes y no las de la Generalidad y sus divergencias con Bayo sobre quién debía comandar la operación, abandona la expedición antes de la operación de desembarque de Mallorca y vuelve a Valencia.

En los días sucesivos constituirán en Eivissa el Comité de Milicias Antifascistas, nombrarán comisiones gestoras en los diferentes ayuntamientos pitiusos y crearán un Tribunal Revolucionario; iniciándose al tiempo una dura represión contra los adheridos al alzamiento y, especialmente, contra la Iglesia.

En Ibiza crea un comité revolucionario formado por miembros de diversas tendencias entre los que había Joaquín Joanola y Manuel Talens de Estado Catalán y los miembros del PSUC, Rossend Cabrer y Joan Antoni Palermo, este último natural de Ibiza y del sector más nacionalista del PSUC, que en el pasado era conocido por proponer unir las Islas Baleares en Cataluña. Un numeroso grupo de militantes de la CNT-FAI habían ocupado por su cuenta las islas de Cabrera y Dragonera como centro de sus operaciones.

BANDO:
El comité antifascista a todos los ciudadanos:
Articulo 1.- Todo ciudadano que tenga noticias del paradero de cesar Puget, el e-teniente de carabineros, el obispo, el ex-capitán Soriano, ex-teniente Antonio Mari, ex-sargento de la guardia civil de Santa Eulalia y hermanos Guash vendrá obligado a ponerlo en conocimiento de este comité.
Articulo 2.- Se prohíbe terminantemente facilitar a los fascistas reclamados auxilio, alimentación, vestido, etc, etc..
Articulo 3.- Quien sea coaccionado por alguno de los fugitivos, tendrá la obligación de comunicarlo al comité a la mayor brevedad.
Articulo 4.- Los infractores del presente BANDO serán castigados con penas severisimas, que podran oscilar entre multa y pena de muerte.
Ibiza, 27 de agosto de 1936
Por el comité.
Antonio Martinez

LES PITIUSES BAJO GOBIERNO DEL FRENTE POPULAR

Memoria Civil, núm. 17, Baleares.

Según los datos extraídos del libro 1936 en Mallorca de Miguel Durán al posesionarse las tropas demandadas por Bayo y Urribary de los ayuntamientos ibicencos, procedieron, como primera medida, a cambiar el nombre de aquellos pueblos que, a la vez, estuviera admitido en el Santoral. También adjuntamos una lista de las víctimas que se contabilizaron entre las gentes de derechas en el período que duró la dominación republicana, así como el estado de cuentas de las arcas municipales tal como las encontraron y las dejaron los milicianos desembarcados en el Pou d’es Lleó.

El numero de personas asesinadas en el castillo d’Eivissa la noche del trece de setiembre del treinta y seis, ascendió a ciento seis.

He ahí su distribución por oficios:

El estudio de Antonio Colinas incluye el incidente en el que estuvo implicado Rafael Alberti, el 8 de agosto de 1936, día de la llegada a Ibiza de las tropas republicanas, de los que un centenar eran anarquistas incontrolados, «que querían hacerse con la situación como fuera». En la plaza de la catedral, frente al museo cartaginés, estos anarquistas prepararon una hoguera con las imágenes y objetos religiosos que habían sacado de la iglesia, ante la impotencia de sus mandos.

El general Uríbarry y el poeta comunista Rafael Alberti y Maria Teresa Leon, ambos dirigieron una de las checas de Madrid.

La tercera razón

Fue María Teresa León, en sus memorias, la que contó estos hechos y la que narró cómo Alberti fue el único que se enfrentó a gritos con los milicianos anarquistas, tratando de evitar la quema. Todos obedecieron menos uno, que llegó a amenazar seriamente al poeta. Éste esgrimió tres razones -que las imágenes religiosas formaban parte del patrimonio del pueblo; que por su antigüedad gozaban de gran valor histórico, y que, dado su valor monetario, se podrían vender y obtener dinero para el bando republicano- para aplacar las iras de aquel anarquista, quien sólo atendió a la exigencia de Alberti tras oír la tercera de sus razones. Colinas cuenta también que Rafael Alberti, como miembro del comité de defensa de la ciudad y, por ello, encargado de los asuntos culturales, hizo guardar los objetos religiosos de valor en una caja fuerte de una entidad bancaria con objeto de salvar estos tesoros artísticos. Según Colinas, este hecho, ocurrido en los prolegómenos de la guerra civil, es uno de los que echa por tierra afirmaciones como las que Torcuato Luca de Tena, en su libro Franco sí, pero…, emplea para acusar a Rafael Alberti, sin pruebas, de dictar sentencias de muerte. Estas afirmaciones fueron suprimidas en la segunda edición del libro.

La ciudad de Ibiza dejó un número de muertos similar al de los bombardeos de Guernica, aunque la propaganda magnificara el cruel bombardeo de la ciudad vasca. Los crímenes solo en la iglesia arrojan un saldo de  21 sacerdotes que fueron asesinados en Ibiza y Formentera desde el 7 de agosto hasta el 13 de septiembre, 18 de ellos fallecidos en el Castillo. De los 21 sacerdotes incluidos en la lista para el proceso de canonización, la mayoría, 18, fallecieron la noche del 13 de septiembre, cuando milicianos republicanos entraron en la prisión del Castillo de Ibiza y ametrallaron y echaron bombas de mano sobre la masa de presos allí hacinada, causando la muerte de 94 personas, aproximadamente la mitad de los recluidos. Sólo cuatro sacerdotes que estaban encerrados se salvaron de la masacre del Castillo: uno de ellos, Vicente Ferrer Guasch, consiguió salir con vida incluso tras recibir el tiro de gracia.

Catedral de ibiza: Lápida en memoria de los asesinados por los milicianos, profanada por un marxista ibicenco en julio de 2017.

Los otros tres religiosos a los que se quiere canonizar fallecieron al comienzo del desembarco de las tropas republicanas en las Pitiusas. El primero, y que encabeza la lista elaborada por el Obispado, fue Juan Torres Torres, ecónomo de la casa parroquial de El Pilar de la Mola, en Formentera, de 24 años y nacido en Ibiza. El historiador José Luis Gordillo recoge en ´Formentera. Historia de una isla´ que Torres, «de escasa vista» y que «bizqueaba», fue asesinado el 7 de agosto «a la orilla del mar» en compañía de Lucas Ramon Costa, sargento de Infantería retirado.

Muerto junto a su padre

Un día más tarde, a las 9 de la mañana, murió Antonio Tur Costa, religioso de 33 años, en la casa parroquial de Sant Carles, de donde era ecónomo, junto a Antonio Tur Clapés, su padre. Antonio Colinas explica en ´Rafael Alberti en Ibiza´ que Tur y otra persona se hicieron fuertes en el recinto religioso mientras el capellán «estaba consagrado a la oración en el altar».
El 10 de agosto de 1936 fallecía Antonio Roig Guasch, sacerdote de 39 años nacido en Santa Eulària y rector de Sant Francesc (Formentera), como consecuencia de «lesiones con arma de fuego por los rojos», según consta en su acta de defunción.

Enrique Fajarnés Cardona relató en ´Lo que Ibiza me inspiró´ los últimos momentos de su trágica muerte, sucedida en sa Carrossa (Vila) mientras era escoltado por los republicanos que lo conducían al Castillo: «Los milicianos le compelían a que vitorease la República; pero él, fortalecido ya por el espíritu del martirio, replicaba vitoreando a Cristo Rey. Exasperados los otros, le dispararon los fusiles a mitad de la cuesta. El prisionero no pudo llegar a la cárcel».

Rezando bajo el olivo
Los 18 religiosos restantes fueron masacrados la noche del 13 de septiembre. Entre ellos estaban Miguel Planells Tur (70 años, nacido en Ibiza) y José Tur Benassar (77 años, nacido en Ibiza), ambos canónigos de la catedral; Mariano Escandell Roig (41 años, nacido en Sant Miquel) y Francisco Planells Tur (58 años, nacido en Ibiza), ambos beneficiados de la catedral; José Torres Torres (54 años, nacido en Sant Joan y párroco de Sant Francesc), Antonio Marí Torres (46 años, de Sant Joan, párroco de Sant Ferran), Ignacio Serra Riera (40 años, párroco de Sant Joan), José Riera Bonet (Can Noguera, 61 años, de Sant Miquel), José Ferrer Guasch (49 años, párroco de El Salvador), Antonio Cardona Vingut (Fumeral, párroco de Santa Gertrudis, de 59 años de edad), Joaquín Cirer Sala (60 años, nacido en Ibiza), Antonio Ramon Orvay (ecónomo de Sant Jordi), José Tur Ferrer (27 años, ecónomo de Sant Mateu), José Serra Ribas (25 años, nacido en Cas Torres, ecónomo de Sant Vicent), Mariano Roig Marí (51 años, vicario de Sant Rafel), Miguel Riera Bonet (33 años, vicario de El Salvador, en Vila) y Andrés Tur Tur (vicario de Santa Eulària, de 31 años).
De José Ramon Escandell (párroco de Sant Rafel, 65 años, nacido en Ca na Palleva, Sant Jordi), también muerto en el Castillo, el sacerdote Josep Planells Bonet cuenta que no intentó esconderse cuando fueron a detenerlo los milicianos, que le encontraron rezando bajo uno de los olivos que hay junto a la iglesia de Sant Rafel.

El afán por acabar de raíz con el catolicismo se cambió incluso la denominación de los pueblos, borrándoles el san «inicial y ancestral». Pasaron así a llamarse «Antonio, Eulalia, Mateo, simplemente».

Ademas, el saqueo, la destrucción y la quema de patrimonio cultural de las iglesias fue terrible. La Catedral de Ibiza fue  pasto de las llamas, destrozadas todas las imágenes y respetados los objetos de arte. Ardió el retablo de la iglesia de S. Carlos. La de S. rafael fue una de las iglesias de Ibiza que más sufrió de los ataques radicales. Su archivo y biblioteca fueron quemados integros, sus imágenes y retablo mayor destruidos, la parte del coro y el solado también fue dañado por las llamas. En la parte de la entrada debajo del coro había un zócalo formado por azulejos andaluces que fue también destruido y posteriormente fue encalado. La iglesia de S. Jose fue quemada por completo y solamente quedo la imagen del santo. La iglesia de Sta Eularia arde por completo. Es el primer edificio religioso, fuera de Ibiza ciudad, del que se tiene noticias escritas en 1302. Templo austero, como todos los de la isla, solo tenia el originario retablo de Santa Eulalia del siglo XVII que se pierde. El templo de S. Juan fue incendiado destruyendo entre otras piezas el retablo del altar mayor. Fue saqueado el templo mas antiguo de la ciudad de ibiza, «el convento» sufrió la quema de casi todas sus imágenes (el santo cristo del cementerio fue quemado y sus cenizas lanzadas por el acantilado) y de los lienzos que decoraban sus paredes. La iglesia de Sta ines también es ocupada, saqueada e incendiada. El retablo de la Iglesia de S. Jordi de estilo barroco también arde y se pierde. Arde tambien la iglesia de S. Rafael y su espartano contenido, la imagen del santo.

El peor episodio de la represión republicana ocurre el 13 de septiembre, en un momento en que, fracasada la expedición de Bayo en Mallorca, las islas de Ibiza y Formentera se encontraban sin ningún tipo de poder institucional. La estabilidad brillará por su ausencia, mostrándose demasiado pronto las discrepancias entre Bayo y Uríbarry, las cuales terminarán con el regreso inmediato de las tropas de este último a la capital del Turia, entre el 10 y el 11 de agosto. Don Alberto, por su parte, viajará a Barcelona el 10 de agosto para entrevistarse con Lluís Companys; una reunión tras la que recibirá, de manos del propio president, el documento que lo nombraba delegado en Balears de los gobiernos de la República y la Generalitat de Catalunya.  El Gobierno republicano decidió abandonar la isla, por lo que los miembros del Comité de Milicias Antifascistas y los principales dirigentes de la izquierda pitiusa empezaron a preparar de una manera acelerada la fuga hacia Valencia.

Bombarderos italianos causan una masacre en la ciudad de ibiza

Unos días antes, entre el 9 y el 10 de septiembre, la columna anarquista barcelonesa Cultura y Acción, dirigida por Juan Yagüe e integrada por varios centenares de milicianos, se había apoderado de la isla. El mediodía del 13 de septiembre tres aviones italianos bombardearon la ciudad y provocaron un gran número de muertos. Italia quiere ocupar las Islas Baleares porque el Gobierno comunista de Madrid negociaba venderlas a Francia. En medio de un caos absoluto, un centenar de presos del castillo de Ibiza -entre los que se encontraba el banquero Abel Matutes Torres y el alcalde de Ibiza Joan Torres Juan- fueron asesinados con ametralladoras y bombas de màno.

Según los recuerdos de uno de los presos que logró salir con vida del castillo:

«Entre vivas a la revolución social y el comunismo libertario, los días 9 y 10 de septiembre llegará a Eivissa, procedente de la ciudad Condal, la columna anarquista Cultura y Acción Transporte Marítimo CNT-FAI, integrada por quinientos desaliñados milicianos que se harán inmediatamente con el control efectivo del poder político insular. Sin embargo, poco durará este estado, pues, el 12 de septiembre, la aviación italiana hostigaba ligeramente la ciudad de Eivissa antes de que, en la tarde del día siguiente, tres bimotores italianos bombardeasen fieramente la capital insular y causaran la muerte a cerca de cuarenta civiles. La réplica no se hizo esperar y no fue menos sangrienta, puesto que, en la noche de ese mismo domingo 13 de septiembre, milicianos exaltados ametrallaron a cerca de ciento cincuenta presos confinados en el Castillo bajo la acusación de apoyo al alzamiento; una atrocidad saldada con el fallecimiento de noventa y tres hombres. Tras la matanza se dará la orden de evacuar la ciudad y la isla, aprovechando muchos milicianos incontrolados la huida para tomar el portante y arramblar con todo lo que pillaban a su paso.»

“Había ya en los primeros días en el castillo 120 presos. La comida que se les daba era infernal, se componía de un plato de potaje de garbanzos, con patatas y carne, esta era la mayor parte de los días podrida pues la ponían al sol a propósito y si hacían alguna observación se les amenazaba con fusilarles, también eran sacados todos los días 8 o 9 para hacer la limpieza del castillo no respetando algunos ancianos y enfermos, escogiendo entre ellos a los curas y militares, el alférez Maldonado, el Teniente Mena, sargento de artillería Marí Torres y varios curas eran los preferidos para la limpieza de retretes y barrido de los patios del cuartel. El agua escaseaba y a veces tenían aquellos pobres presos todo el día sin darles agua para saciar su sed, y como ya se dice anteriormente la comida era pésima, las familias hacían un sacrificio para llevarles comida que era precisamente lo que deseaban los que formaban el Comité, pues tanto el teniente coronel retirado señor Mena como muchos otros a pesar de su delicado estado de salud, fueron trasladados a un calabozo de espacio reducido que escasamente cabían 8 hombres y allí sin ventilación de ninguna clase encerraron a 15, estando expuestos a morir asfixiados, interviniendo algunos a su favor y sacando a los antes mencionados Mena, padre e hijo. Entre tanto eran objeto de burlas todos los días, incluso muchachas obreras que subían al castillo a ver los presos, como quien va a ver un parque de fieras» (Servicio de Información (nota del comandante Montis, “Información sobre los desmanes que cometieron las huestes rojas durante su estancia en la isla de Ibiza (Ibiza, 26 de septiembre de 1936)”, Archivo Regional de la Zona Militar de Baleares, secció Almudaina, caixa 20. En la mateixa línia, l’informe de la Causa General sobre les condicions de vida en aquesta presó assegura que els reclusos eren vexats i maltractats de paraula, i pèssimament alimentats, “llegando hasta servirles el rancho confeccionado con orines en vez de agua”  -CG 1458 (1), ram 2, AHN)

“Puestos de acuerdo sobre la manera de asesinarnos al atardecer, bajaron todo el material de guerra que pudieron embarcar en los veleros, para llevárselo a Valencia (serían las nueve de la noche del día 13 de septiembre) y entonces se acercó uno al calabozo (al parecer Moro) y con risa satánica nos dijo: ‘¿Han visto Vds. Que flores nos hechan sus compañeros?’ (se refería a las bombas de los aviones) ‘pues ahora nos toca a nosotros’, e inmediatamente anotaron unos cuantos y amenazándonos con asesinarnos si no salíamos antes de un minuto del calabozo nos condujeron a la compañía para reunirnos con los demás prisioneros, teniendo que salir desnudos la mayor parte y apuntándonos con los fusiles todos los que habían quedado fuera. –Como la aviación había cortado los hilos de la luz, toda la población se quedó a oscuras y tuvimos que entrar en la compañía atropellándonos unos a otros y sin saber donde colocarnos por no haber espacio ni para la mitad y éramos 180 prisioneros. Una vez encerrados allí oímos gritos de ‘viva la FAI’ y ‘viva la guillotina’. Inmediatamente después abrieron la puerta del calabozo y nos dijeron: ‘ahora les vamos a dar la libertad’, y llamaron a cinco militares a los que delante de nosotros fusilaron en el acto con una ametralladora, diciendo seguidamente: ‘ahora salgan de cinco en cinco’, no obedeciendo ninguno; entonces entraron unos 120 en el calabozo armados de fusiles, bombas de mano, pistolas y linternas eléctricas, asesinando uno por uno a todos los prisioneros excepto unos cuantos que logrando romper una reja de una ventana pudimos escaparnos, quedando allí en total 108 muertos.” (Cf. José Miguel L. Romero, Los muertos, p. 46-72 cifra en unos 94 a 97 el número de ejecutados. Artur Parron, La Guerra Civil y el primer franquismo en Ibiza y Formentera, p. 91-94; Rafael Gay de Montellá, Atalayas de Mallorca. La guerra en el mar latino (julio 1936 – abril 1939) (Barcelona 1940), pág. 109-110; Ricardo Sanz, Los que fuimos a Madrid. Columna Durruti, 26 División (Toulouse 1969), pág. 87, 88; Raoul Hausmann, Hyle. Ser-sueño en España, p. 266. – Pedro Sáez, “Relato de los sucesos ocurridos en Ibiza durante la ocupación de los ‘rojos’”, Archivo Regional de la Zona Militar de Baleares, secció Almudaina, caixa 20. Un altre testimoni directe, indicà que de 178 detinguts, se’n salvaren 55 (R. F. L., “Ibiza durante la dominación roja. Testigo presencial. Diario de los días grises”, Aquí Estamos 81 (agost-setembre de 1942), s.p.). La relació de supervivents reunida per la Causa General inclou 55 noms (María José Vidal Torres – José Miguel L. Romero, 437/37. La Causa General de les Pitiüses, pàg. 56-57).

Mariano Llobet, historiador ibicenco lo relataba asi:

“A las nueve de la noche, cuando estábamos tendidos en el suelo de nuestro calabozo, nos hicieron salir fuera y avanzamos en fila india bajo la amenaza de los fusiles rojos, pegados a la pared y sin saber donde íbamos ni donde poníamos los pies ya que, a causa del bombardeo de los aviones, estábamos sin luz.
Al fin, atropellándonos, nos metieron en una de las naves del Castillo en la que se hallaban el resto de los prisioneros. Nos acurrucamos pegándonos unos a otros presintiendo que algo espantoso tenía que ocurrir.
Escuchamos anhelantes unas ordenes del jefe de los rojos, sin comprender su sentido y casi al instante y desde fuera llamaron por su nombre a cinco de los detenidos, que eran militares. Los apretujaron contra un ángulo de la habitación exterior. Y al punto unos tiros nos revelan la triste suerte de los que habían salido.
De nuevo ordenaron saliesen cinco más, no sólo nadie se movió de su sitio sino que, cual si la locura se hubiera apoderado repentinamente de todos nosotros, empezó un griterío ensordecedor llenando la sala de incoherencias. Unos pedían compasión, otros apostrofaban a los criminales, los más pedían la absolución a los sacerdotes que entre nosotros se encontraban. Viendo los asesinos que nadie salía voluntariamente en busca de la muerte, entraron en la tenebrosa estancia, alumbrándose con linternas de bolsillo y empezó la caza de aquella inerme multitud.
Allí quedaron horriblemente crispados ciento y tantas personas que no tenían otra falta que figurar entre lo más sano y decente de la ciudad.
Los pocos que logramos escapar de la feroz matanza, fue porque el terror y la desesperación nos dieron fuerzas para romper la reja de una ventana saltando por ella a la muralla no sin pasar por muchos peligros antes de conseguir la libertad (…).
Perpetrado este asesinato en masa, los milicianos de la CNT y la FAI llegados dos días antes de Barcelona, y causantes de la misma, procedieron a embarcarse aquella misma noche. Los cadáveres fueron abandonados sin darles sepultura.”
“Al llegar al Castillo, una escena horripilante se nos ofrece a nuestros ojos: el gran patio está lleno de sangre todavía no seca. Trozos de carne y masas de cuero cabelludo aparecían por dondequier esparcidas por el suelo y pegadas a las paredes.”
(M. Llobet Román. «Apuntes sobre la persecución religiosa en la diócesis de Ibiza durante la guerra civil española de 1936 a 1939»)

 

Con los datos disponibles en la actualidad, todo indica que los ejecutores de los hechos del castillo fueron, de una manera exclusiva, los milicianos de la FAI llegados de Barcelona, y que el Comité de Milicias Antifascistas, entonces casi disuelto, se opuso frontalmente. No en vano, los mismos informes de la Causa General franquista coinciden a la hora de otorgar el protagonismo del terror rojo a los milicianos desembarcados.

Con todo, no hay que olvidar que días antes de la masacre se hicieron llamadas desde la prensa local en el establecimiento de una justicia revolucionaria sin perdón ni lamentaciones que, sin duda, ayudaron a enturbiar la situació. En todo caso, estos asesinatos constituyeron el episodio más recordado de la Guerra Civil en las Pitiusas, y durante años fueron utilizados por las autoridades franquistas como elemento legitimador del régimen.
En cuanto al número total de víctimas de la represión republicana en las Pitiusas, el recuento, municipio por municipio, registrado en la Causa General da un total de 126 muertos. 117 Pero hay que decir que, como es habitual en esta fuente, hay varios casos de duplicaciones, al tiempo que se incluyen personas que murieron por razones no atribuibles directamente al terror rojo. Las investigaciones realizadas por José Miguel L. Romero a partir de fuentes diversas establecen un balance, parece que bastante ajustado, de unas 115 víctimes. Se trata, en cualquier caso, de una cifra ciertamente aterradora, sobre todo si tenemos en cuenta la brevedad del dominio gubernamental sobre el su archipiélago.
Durante la semana comprendida entre el 13 y el 20 de septiembre las Pitiusas fueron tierra de nadie y varios centenares de personas marcharon en barcos como el Cala Marsal y Antonio Matutes. La mayor parte de estos fugitivos se establecieron en Valencia, aunque parece que también hubo que se dirigieron a Argel. El día 20, tropas franquistas procedentes de Mallorca, comandadas por Antonio Montis, tomaron posesión de las islas sin disparar un tiro.

Después de quedar una semana abandonadas a su suerte, las tropas del bando sublevado ocuparon las Pitiüses el 20 de septiembre de 1936, momento a partir del cual quedarán vinculadas definitivamente a la zona nacional, comenzando al punto una durísima represión que se llevará por delante a más de un centenar de víctimas.

Tropas republicanas en el pilar de la mola, formentera

(1) El Patronato Contra el Paro Obrero lo formaban: Vicente Colom Torres (presidente), Abel Matutes (vicepresidente), Alejandro Llobet (secretario), Antonio Molina (tesorero), José Boned (contador); y los vocales Carlos Román, Manuel Sorà, Carlos Bertazioli y José Tur Vidal (DI, 16/04/1936). Entre lo poco que acordaron, destaca el comienzo de las obras de urbanización de la avenida Bartomeu de Roselló, la realización de algunas colectas de caridad y el sorteo de un cuadro de Narciso Puget.

(2) La Marítima-Terrestre y La Marinería (marineros, pescadores, estibadores y salineros), El Compañerismo (albañiles), La Confianza (carpinteros, ebanistas y carreteros), la Unión Tipográfica, el Sindicato de Oficios Varios y, más adelante, la Unión Obrera Femenina, fueron las sociedades obreras ibicencas integradas en la UGT que, como sabemos, dieron vida a la Agrupación Socialista Obrera de Ibiza. No obstante, para profundizar en el tema sindical recomendamos consultar la tesis de licenciatura Partits polítics i sindicats a Eivissa i Formentera (1930-1933), de Neus Escandell Tur (1983).

(3) Tras la victoria de los golpistas, Margalida ‘Llogat’ fue condenada “por delito consumado de adhesión a la rebelión” a cadena perpetua y al pago de una multa de 4.666,60 pesetas que, al no poder pagar, hubo de hacer frente con la casa y la feixa propiedad de su madre. En 1943 se le permutó la condena por otra de doce años de prisión atenuada, autorizándole a cumplirla en su propio domicilio de Dalt Vila, en la ciudad de Eivissa (Tur Riera, 1999: 125-127). Por cierto, según advertimos en el [DOC. Nº 56], el cual recoge las bases presentadas por la UOF a Calcetería Hispánica, SA, quienes figuran como presidenta y secretaria de dicha sociedad obrera son, respectivamente, María Ramón (UGT) y María Costa (CNT). Margalida Roig Colomar era entonces —leemos en el nº 3 de Uc (1977)— “presidente del Comité de Huelgas de la fábrica de hilaturas Ventosa S. A.”; siendo sentenciada por ello y por “intervenir activamente en las coacciones del trabajo para mantener la huelga, estando afiliada a la casa del pueblo.”

(4) El Socialista, 28/01/1936 (Robinson, 1985: 115).

Textos e información extraídos y completados de:

«Las pitiusas entre julio y septiembre de 1936» – Antonio José Viñarás y Domingo

«Les represions de 1936-1939 a lesillesbalears. Una analisi comparativa» David Ginard i Féron

«Alberti apagó hogueras blasfemas en 1936» Diario El pais Articulo de Rocío Garcia

«Causa abierta para canonizar a 21 religiosos pitiusos asesinados en 1936» Jose Miguel L. Romero – Diario de Ibiza

«Mariano Llobet analiza la guerra civil» Mariano Planells

Canonigos de ibiza martirizados por los rojos en la guerra civil

Rvdo. Sr. D. Juan Torres Torres Nació en Ibiza el 20 de abril de 1912 Bautizado el 26 de abril de 1912 en la parroquia de San Pedro Apóstol de Ibiza Ordenado sacerdote en Ibiza el 6 de junio de 1936 en la S.I. Catedral Desempeño los cargos de:

En 1936 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Formentera

Muerto en Formentera el 7 de agosto de 1936 Rvdo. Sr. D. Antonio Tur Costa
Nació en Santa Eulària des Riu el 30 de octubre de 1903
Bautizado el 1 de noviembre de 1903 en la parroquia de Santa Eulalia
Ordenado sacerdote en la diócesis de Barcelona el 2 de abril de 1927
Desempeño los cargos de:

  • En 1929 fue nombrado Vicario interino de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1929 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Carlos
  • En 1931 fue nombrado Regente de la Parroquia de San Agustín
  • En 1935 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Carlos

Muerto en Sant Carlos el 8 de agosto de 1936 Rvdo. Sr. D. Antonio Roig Guasch
Nació en Santa Eulària des Riu el 16 de diciembre de 1896
Bautizado el 17 de diciembre de 1896 en la parroquia de Santa Eulalia
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 18 de diciembre de 1920
Desempeño los cargos de:

  • En 1922 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1925 fue nombrado Teniente Cura de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1926 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Formentera
  • En 1935 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Francisco Javier de Formentera

Muerto en Sa Carrosa (Ibiza) el 10 de agosto de 1936 M.I. Sr. D. José Tur Bennassar
Nació en Santa Eulària des Riu el 16 de julio de 1859
Bautizado el 17 de julio de 1859 en la parroquia del Salvador de Ibiza
Ordenado sacerdote en Valencia el 20 de septiembre de 1884 en la iglesia del Monasterio de Sancti Spiritu
Desempeño los cargos de:

  • En 1884 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Gertrudis
  • En 1886 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Carlos
  • En 1886 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1888 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1890 fue nombrado Teniente Cura de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1892 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Francisco Javier de Formentera
  • En 1900 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1901 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Francisco Javier de Formentera
  • En 1905 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador de la Marina
  • En 1935 fue nombrado Canónigo de la S.I. Catedral de Ibiza, con el cargo de Penitenciario

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 M.I. Sr. D. Miguel Planells Tur
Nació en Ibiza el 11 de marzo de 1866
Bautizado el 12 de marzo de 1866 en la parroquia de San Pedro de Ibiza (S.I. Catedral)
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 21 de marzo de 1890
Desempeño los cargos de:

  • En 1890 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Gertrudis
  • En 1890 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1891 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar de Formentera
  • En 1900 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Mateo
  • En 1903 fue nombrado Ecónomo de San Pedro
  • En 1909 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Nuestra Señora de Jesús
  • En 1912 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1916 fue nombrado Párroco de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1935 fue nombrado Canónigo de la S.I. Catedral

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Ramón Escandell
Nació en Ibiza el 18 de marzo de 1871
Bautizado el 19 de marzo de 1871 en la parroquia de San Pedro de Ibiza (S.I. Catedral)
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 30 de marzo de 1895
Desempeño los cargos de:

  • En 1895 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora del Jesús
  • En 1896 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Gertrudis
  • En 1900 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1908 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Francisco de Paula
  • En 1916 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia de San Rafael

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Joaquín Cirer Sala
Nació en Ibiza el 18 de septiembre de 1875
Bautizado el 22 de septiembre de 1875 en la parroquia del Salvador de Ibiza
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Orihuela el 27 de marzo de 1899
Desempeño los cargos de:

  • En 1917 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Francisco Javier de Formentera
  • En 1918 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador de la Marina

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Riera Bonet
Nació en Sant Miquel de Balansat el 13 de enero de 1877
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 1 de junio de 1901
Desempeño los cargos de:

  • En 1902 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Miguel
  • En 1905 pasó a la Diócesis de Santa Fe, en Argentina, donde desempeñó diferentes labores pastorales
  • En 1917 regresa a la Diócesis, donde realiza encargos puntuales sin cargo pastoral
  • El 1931 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador de la Marina

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Antonio Cardona Vingut
Nació en Sant Antoni de Portmany el 20 de noviembre de 1876
Bautizado el 21 de noviembre de 1876 en la parroquia de San Antonio Abad
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 20 de septiembre de 1902
Desempeño los cargos de:

  • En 1903 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1911 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de Santa Inés
  • En 1916 fue nombrado Párroco de la Parroquia de Santa Gertrudis

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Francisco Planells Tur
Nació en Ibiza el 21 de mayo de 1878
Bautizado el 23 de mayo de 1878 en la parroquia de San Pedro de Ibiza (S.I. Catedral)
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Menorca el 28 de mayo de 1904
Desempeño los cargos de:

  • En 1905 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1910 fue nombrado Beneficiado Auxiliar de la S.I. Catedral
  • En 1915 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Gertrudis
  • En 1917 fue nombrado para una capellanía «ad Nutum» en la iglesia del Patrocinio (Hospitalet)
  • En 1921 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1922 recupera el oficio de Beneficiado de la S.I. Catedral

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Torres Torres
Nació en Sant Joan de Labritja el 6 de diciembre de 1881
Bautizado el 8 de diciembre de 1881 en la parroquia de San Juan Bautista
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 22 de septiembre de 1905
Desempeño los cargos de:

  • Su primer nombramiento fue como Beneficiado suplente de la S.I. Catedral
  • En 1908 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1913 fue nombrado Teniente Cura de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1916 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia de San Francisco de Paula

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Mariano Roig Marí
Nació en Sant Llorenç de Balafia el 8 de octubre de 1885
Bautizado el 10 de octubre de 1885 en la parroquia de San Lorenzo
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 1 de abril de 1911
Desempeño los cargos de:

  • En 1911 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Nuestra Señora de Jesús
  • En 1911 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1913 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1913 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1916 fue nombrado Teniente Cura de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1916 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1929 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1933 fue nombrado Cura Regente interino de la Parroquia de Santa Inés
  • En 1934 fue nombrado Coadjutor interino de la Parroquia de San Antonio Abad

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Ferrer Guasch
Nació en Sant Joan de Labritja el 20 de abril de 1887
Bautizado el 22 de abril de 1887 en la parroquia de San Juan Bautista
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 23 de septiembre de 1911
Desempeño los cargos de:

  • En 1912 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador de la Marina
  • En 1917 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia del Salvador de la Marina

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Antonio Marí Torres
Nació en Sant Joan de Labritja el 9 de mayo de 1890
Bautizado el 10 de mayo de 1890 en la parroquia de San Juan Bautista
Ordenado sacerdote en la Archidiócesis de Valencia el 20 de septiembre de 1913
Desempeño los cargos de:

  • En 1915 fue nombrado Beneficiado de la S.I. Catedral
  • En 1916 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia
  • En 1917 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador de la Marina
  • En 1919 fue nombrado Cura Regente de la Parroquia de San José
  • En 1921 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San José
  • En 1926 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia de San Fernando de Formentera
  • En 1933 fue nombrado Sacristán Mayor de la S.I. Catedral

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Ignacio Serra Riera
Nació en Ibiza el 31 de julio de 1896
Bautizado el 2 de agosto de 1896 en la parroquia de San Pedro de Ibiza (S.I. Catedral)
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 14 de junio de 1919
Desempeño los cargos de:

  • En 1917 fue nombrado profesor del Seminario
  • En 1924 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Juan Bautista
  • En 1925 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia de San Juan Bautista

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Antonio Ramón Orvay
Nació en Sant Jordi de ses Salines el 14 de febrero de 1896
Bautizado el 15 de febrero de 1896 en la parroquia de San Jorge
Ordenado sacerdote en la Archidiócesis de Valencia el 18 de septiembre de 1920
Desempeño los cargos de:

  • En 1922 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Rafael
  • En 1925 fue nombrado Cura Regente de la Parroquia de San Jorge
  • En 1933 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Jorge

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Mariano Escandell Roig
Nació en Sant Miquel de Balansat el 2 de diciembre de 1894
Bautizado ese mismo día en la parroquia de San Miguel
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 14 de junio de 1924
Desempeño los cargos de:

  • En 1924 fue nombrado Beneficiado de la S.I. Catedral

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Miguel Riera Bonet
Nació en Santa Agnès de Corona el 29 de octubre de 1903
Bautizado el 30 de octubre de 1903 en la parroquia de Santa Inés
Ordenado sacerdote en la Diócesis de Mallorca el 2 de abril de 1927 en la S.I. Catedral
Desempeño los cargos de:

  • En 1927 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Rafael
  • En 1927 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1928 fue nombrado Regente de la Parroquia de San Mateo
  • En 1929 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia del Salvador

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. Andrés Tur Tur
Nació en Jesús el 30 de noviembre de 1905
Bautizado el 3 de diciembre de 1905 en la parroquia de Nuestra Señora de Jesús
Ordenado sacerdote en Ibiza el 16 de marzo de 1929 en la S.I. Catedral
Desempeño los cargos de:

  • En 1933 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1934 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de San Antonio Abad
  • En 1934 fue nombrado Ecónomo de la Parroquia de San Mateo
  • En 1935 fue nombrado Coadjutor de la Parroquia de Santa Eulalia

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Tur Ferrer
Nació en Sant Jordi de ses Salines el 21 de noviembre de 1909
Bautizado el 22 de noviembre de 1909 en la parroquia de San Jorge
Ordenado sacerdote en Ibiza el 26 de junio de 1932 en la iglesia de Santo Domingo
Desempeño los cargos de:

  • En 1932 fue nombrado Coadjutor Interino de la Parroquia de San José
  • En 1933 pasó a áfrica a realizar el Servicio Militar
  • En 1934 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Vicente Ferrer
  • En 1935 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Mateo

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936 Rvdo. Sr. D. José Serrá Ribas
Nació en Sant Jordi de ses Salines el 7 de julio de 1911
Bautizado el 8 de julio de 1911 en la parroquia de San Jorge
Ordenado sacerdote en Ibiza el 6 de abril de 1935 en la Parroquia de San Jorge
Desempeño los cargos de:

  • En 1935 fue nombrado Cura Ecónomo de la Parroquia de San Vicente Ferrer

Muerto en el castillo de Ibiza el 13 de septiembre de 1936


Esta es la imagen tomada por uno de los tripulantes de los Savoia instantes antes de soltar su carga de bombas.

Ibiza, un minuto antes de las bombas – Diario de Ibiza

IBIZA | JOAN LLUÍS FERRER La jornada del 13 de septiembre de 1936 ha sido la más negra de la isla de Ibiza en varios siglos. Ese día fueron asesinados unos cien ibicencos en el Castillo por anarquistas incontrolados llegados de la Península. Horas antes, otros cuarenta murieron víctimas del bombardeo realizado por tres aviones franquistas que destruyeron numerosos edificios de la Marina y Dalt Vila.

No ha sido hasta ahora cuando se ha hecho pública una fotografía de ese bombardeo, tomada por uno de los tripulantes de los aviones italianos Savoia Marchetti pertenecientes a la escuadrilla S-8, con base en Mallorca. La imagen procede del Centre de Història Contemporània de Catalunya, que dispone de fotos hasta ahora inéditas de bombardeos realizados sobre varias ciudades españolas en la Guerra Civil.

Ya el día anterior, otros aviones de la misma base habían sido rechazados por las tropas republicanas de Ibiza con ametralladoras situadas en las azoteas del actual Hotel Montesol, el muro del puerto, el edificio de Telefónica y el de Obras Públicas. Pero al día siguiente, domingo 13, llegó la verdadera tragedia.

Eran las tres y diez minutos de la tarde cuando los tripulantes de las aeronaves –todos ellos italianos– empezaron a descargar las bombas en dos pasadas diferentes sobre la Marina, Dalt Vila y el puerto. Uno de los proyectiles cayó en el Club Náutico, otro en el astillero que había donde ahora está la estación marítima de Formentera y uno más en el rincón de los andenes, frente a la actual CAM. Dos o tres barcos fueron hundidos o destruidos. También cayó una bomba al principio de la calle Riambau, junto al Montesol, una más en la esquina de las calles Aníbal y Guillem de Montgrí. En la Plaça de Vila, dentro del recinto amurallado, quedó destruida otra casa, así como otra vivienda en la Plaça de la Tertúlia, cerca del obelisco a los corsarios. El edificio de Obras Públicas, cercano a ese lugar, quedó también muy dañado. Asimismo, impactó una bomba junto al baluarte de Sant Joan, según el recuento combinado de dos fuentes: Enrique Fajarnés Cardona (´Lo que Ibiza me inspiró´) y el historiador Pere Vilàs. Las explosiones fueron dejando un reguero de muerte y destrucción que ha sido narrado por varios testigos presenciales en varias obras publicadas desde hace tiempo.

Sin embargo, allí donde el bombardeo ocasionó una tragedia mayor fue en la calle Castelar, en la Fonda Can Cires, que a esa hora estaba repleta de gente comiendo. El proyectil que cayó allí provocó más de veinte muertos, según las estimaciones de todas las fuentes. «Aquella fonda estaba llena aquél día por ser domingo y la mortandad que se produjo fue total. Ninguno se salvó. La calle estaba ocupada por muchos cadáveres de hombres, mujeres y niños, que muchas personas, prestando una ayuda humanitaria, retiraban de entre los escombros», relata en sus memorias uno de los testigos presenciales, Jordi Grünwald, citado por Antonio Colinas en su libro ´Rafael Alberti en Ibiza´.
Los demás muertos, hasta alcanzar unos cuarenta, eran gente que se hallaba bañándose o paseando en aquella mañana festiva por los alrededores del puerto, o bien estaban en sus casas, entregados a sus quehaceres cotidianos.

Según añade el libro de Colinas, una de las bombas cayó junto al yate de la escritora suiza Cilette Ofaire, que esos días estaba amarrado en el puerto. Se salvaron milagrosamente todos sus ocupantes, incluido un recién nacido. Sobre el mar flotaban infinidad de peces muertos y sobre la cubierta de los barcos se esparcían trozos de roca arrancada de los andenes, agujereados con enormes socavones.

Un pailebote que estaba varado en el astillero por reparación quedó partido en dos mitades, mientras que otra embarcación fue hundida unos metros más allá.

A raíz del bombardeo, los habitantes de la ciudad iniciaron un éxodo hacia los montes cercanos. «La población, presa del pánico, huye hacia el campo. Personas que durante el dominio rojo han estado escondidas en sus domicilios ante el temor de ser detenidas, se entremezclan con las demás, y juntos todos toman las direcciones de las carreteras de Santa Eulària y de Sant Antoni, en una marea humana que no hay quien detenga», según otro testigo citado por Colinas.

2.000 kilos de bombas
La transcripción del parte redactado por el oficial de la escuadrilla que bombardeó Ibiza, teniente Fozolo, detalla que especifica que los aviones salieron de su base a las 13.15 horas y llegaron al objetivo a las 15.10, una duración notablemente prolongada, aunque se ha de tener en cuenta la lentitud de esos aeroplanos. Cada Savoia iba cargado con 14 bombas de 50 kilos, sumando 42, que fueron lanzadas «en dos pasadas», según detalla el teniente Fozolo. La altura desde las que fueron arrojadas fue de 2.000 metros.

El mismo parte, facilitado por el coronel José Antonio Fernández Oliver, presenta una deficiente redacción y caligrafía que hace incomprensibles algunos pasajes, pero afirma que el resultado del vuelo ha sido un «ataque a los muelles y embarcaciones situadas al NE de la ciudad. Lanzamiento de 21 bombas en serie. El objetivo ha sido cumplido. Se han salvado varias embarcaciones (…) Tres bombas en la periferia de la ciudad. Un puesto de ametralladora antiaérea destruido (…) 20 bombas lanzadas en el muelle que han hundido un yate y una embarcación próxima». Más adelante añade: «El avión del subteniente Fiaggi ha efectuado una vuelta y le ha quedado a bordo una bomba que ha sido lanzada sobre el castillo [debe referirse al recinto amurallado] y ha dado en el blanco. Hago un dibujo de la acción sobre la ciudad», y acompaña el parte con un croquis en el que se aprecian las trayectorias de las pasadas hechas durante el bombardeo.

Según Vilàs, las tres bombas lanzadas sobre la «periferia de la ciudad» fueron arrojadas sobre es Soto y no llegaron a estallar. El investigador opina que las lanzaron deliberadamente sobre una zona despoblada para no causar más daños, una actitud que no era infrecuente durante algunos bombardeos.

Aviones italianos para Franco
Los autores que aluden al bombardeo aéreo del 13 de septiembre de 1936 identifican a los aviones que lo protagonizaron con el nombre genérico de Savoia, de fabricación y tripulación italianas, pero este modelo tuvo numerosas variantes. Los aviones que actuaron contra Ibiza podrían haber sido Savoias Marchetti SM-81, Pipistrello, que fueron recibidos por España ya en 1936, al poco de iniciarse la Guerra Civil. Pocos meses después llegarían los Savoia Marchetti SM 79, Sparviero, más modernos y veloces, y dotados de tren retráctil en vez de fijo. El modelo SM-81 alcanza sólo los 347 kilómetros por hora como velocidad máxima, que se reducía en caso de fuertes vientos en contra. Tenía tres motores y podía cargar algo más de 2.000 kilos de bombas. Desde su base de Mallorca, realizaron incursiones en varios puntos del territorio republicano de Balears y de Levante.

Los principales daños del bombardeo
En la imagen se recogen algunos de los principales enclaves que resultaron dañados o totalmente destruidos por efecto de las bombas lanzadas por la formación de bombarderos franquistas. De las 42 bombas lanzadas, muchas de ellas cayeron al mar o impactaron en sitios donde no causaron destrozos importantes, pero muchas otras mataron a hombres, mujeres y niños, cuyos cuerpos eran recogidos por los supervivientes. Tres bombas fueron lanzadas en es Soto, posiblemente de forma deliberada para no causar más daños, y además no llegaron a estallar. Fueron recogidas por artificieros posteriormente.

Origen: Ibiza, un minuto antes de las bombas – Diario de Ibiza

3 comentarios en “ERC visita Ibiza. Es la guerra civil. Lo

  1. Qué enorme tristeza, me producen estos hechos. Como anarquísta, soy contrario a la violencia. Humanista convencido, doy soporte a Admistía Internacional como activista contra la pena de muerte. Aquellos días fueron terribles. Jamás deben repetirse. Cabe recordar, que en la misma epoca, Musolini fusilaba anarquistas, por negarse estos a luchar en el frente de Abisiinia, pues eran pacifistas.El anarquismo, incluso en aquellos días era contrario a la pena de muerte. No se hace en este extraordinario artículo, referencia a un libro que puede consultarse en la biblioteca de Can Ventosa: «La columna Bayo», en donde se puede leer que Bayo, cuando fue a Barcelona, se entrevista con el anarquista García Oliver, quien dirigía entonces el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, pues como poder real en Barcelona, era quien tenía que dispensarle los aviones y la artillería prometida para la toma de Mallorca. García Oliver se los niega, pues aduce que son necesarios para la estabilización del frente de Aragón, cuya prioridad es la toma de Zaragoza. En esa entrevista, García Oliver, ordena al capitán Bayo, que retire el bando que a proclamado antes de abandonar Ibiza, en el que que ordenaba fusilar a los milicianos que cometiesen desmanes, pues en el bando republicano, afirma Oliver, no se va a fusilar a nadie (refiriendose a los milicianos), y exorta a Bayo a que busque otra forma de disciplinar a la tropa bajo su mando. Le replica Bayo, que si no es con la amenaza del fusilamiento, le va a ser imposible evitar desmanes, pues en la columna hay elementos muy indisciplinados.

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