
El documento se puede encontrar haciendo clic en este enlace ypágina 6, apartado 3.5 titulado “Consideraciones bioinformáticas y computacionales” dice, literalmente, lo siguiente:
El equipo informático necesario varía según el enfoque adoptado (véase la guía de aplicación para más detalles) (17)). El volumen de datos brutos generados depende del método de secuenciación (véase el anexo III) y de la cantidad de muestras secuenciadas (56). La potencia de computación necesaria para analizar los datos también varía según el objetivo y el método de secuenciación.
Por ejemplo, el análisis filogenético y el alineamiento del genoma pueden requerir equipos informáticos de alto rendimiento, en especial si el volumen de datos es grande. Al diseñar la cadena de procedimientos bioinformáticos (pipeline) para la secuenciación deben tenerse en cuenta los costos del sistema computacional necesario para el almacenamiento y tratamiento de los datos. Los procedimientos bioinformáticos se determinarán en función de las fases de laboratorio previas a la secuenciación y de la plataforma y los reactivos utilizados. En la guía de aplicación se ofrece una descripción detallada de los procedimientos bioinformáticos (17).


Aún no se ha establecido una nomenclatura coherente para el SARS-CoV-2.
A falta de una nomenclatura uniforme aceptada, se suelen emplear principalmente tres sistemas. A partir de virus que poseen un ancestro filogenético común, pueden delimitarse linajes o clados. Las iniciativas GISAID y Nextstrain han definido distintos clados filogenéticos en un intento por establecer una clasificación general de la diversidad que circula por el mundo.
Rambaut et al. han propuesto una nomenclatura dinámica para los linajes de SARS-CoV-2, centrada en los que circulan activamente y en los que se propagan a nuevas zonas (57). Existen programas informáticos que asignan automáticamente las nuevas secuencias a un determinado linaje o clado (58–60). Dada la creciente diversidad de genomas de SARS-CoV-2, cada vez resulta más necesario uniformizar su nomenclatura (57, 61, 62). Pero, mientras no se disponga de una nomenclatura coherente, sería deseable que los linajes o clados se designaran mediante los tres sistemas habituales o que, al menos, se especificara la nomenclatura empleada.