Muchos opinamos que se vacune quien quiera, pero ningún comunista va a decirnos que nos eyectemos por la fuerza nada estando sano, y menos si es un veneno experimental.

¿Nos están diciendo que van a inyectar una vacuna a millones de españoles que tienen un 0,01% de mortalidad de forma obligatoria?

¿Confinar a millones de ciudadanos sanos cuando ya sabemos que los vacunados transmiten el virus como si no se hubiesen vacunado y el 85% de los ingresados en UCI tienen doble vacunación?

¿Cómo derrotar a los pasaportes sin salir de tu casa?

Cómo los ciudadanos rusos

aplastaron los tontos pasaportes vacunales de Moscú en sólo 3 semanas.

Extracto:

Así es como aplastaron el pasaporte de «vacunas» del alcalde Sobyanin, y fue bastante sencillo. Los residentes de Moscú simplemente dejaron de frecuentar cualquier negocio que requiriera un pasaporte de «vacunas».

Lo más bonito de todo esto es que los inyectados se solidarizaron con los no inyectados. El negocio se redujo casi a cero en todos los establecimientos en los que se exigía el pasaporte de «vacunación».

Los moscovitas se dejaron crecer el pelo, dejaron de ir a bares y restaurantes, no fueron al cine, no se alojaron en hoteles ni hicieron nada que requiriera el pasaporte vacunal.

Los empresarios de toda la ciudad llamaron de repente a la oficina del alcalde Sobyanin para regañarle por los pasaportes de vacunación. Se estaban arruinando y estaban muy enfadados por ello.

Marina Zemskova, directora de una asociación regional de hoteles y restaurantes en Rusia, dijo que el pasaporte de «vacunas» resultó ser peor para el negocio que un cierre total. Al menos, si hubiera otro cierre, señala, los negocios «podrían contar con algún tipo de medidas de apoyo del gobierno».

Con un sistema de pasaporte de «vacunas» no hay apoyo gubernamental. Lo que las élites no muy elitistas no previeron sobre los residentes de Moscú, fue que simplemente no participarían en la estafa en absoluto.

Los empresarios se enfurecieron tanto con el alcalde, que Sobyanin hizo un repentino y sorpresivo anuncio el 19 de julio de que ya no era necesario que nadie usara el pasaporte vacunal. Se inventó una excusa hilarante, alegando que los índices de casos de COVID habían mejorado de repente, como razón para levantar los pasaportes con código QR.

Pero todo el mundo sabía la verdad. Los moscovitas decidieron que su privacidad médica y su derecho a viajar son más importantes que lo que les decían los responsables.

Fue un caso masivo de desobediencia civil, y ni siquiera tuvieron que salir a la calle e incendiar cosas en una gran protesta. Todo lo que hicieron fue decir: «Cualquier negocio que quiera ver un pasaporte de «vacunas» de mi parte no va a recibir nada de mi dinero».

Así es como se hace.

No somos ganado!!!