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Hilo sobre el cartel de 85.000€ de Irene Montero que ha levantado polémica.

La adjudicación, de 84.500€ se realiza a través del Instituto de las Mujeres @InstMujeres @antoniamorillas a la empresa THE TAB GAB, SL.
Propiedad de 3 personas.
Rafael Benítez Pinzón, Javier Moya Valimaña y Enrique Sarabia Torralbo.

Javier Moya Valimaña @javiermoya, es Redactor Jefe en la web de El País, aparte de Director de Esquire y RollingStone.

Rafael Benítez Pinzón, Director de la revista FHM y escribe artículos en ElPaís, la mayoría de ellos hablando sobre injertos de pelo masculinos. Anecdótico que quien defiende el que la mujer no tenga complejos físicos se dedique a fomentar los complejos masculinos.

La revista FHM cosifica el cuerpo de la mujer. Es así como desde el Ministerio de Igualdad asignan dinero público a quién perpetúa el problema.
Ambos viven de él gracias a tu dinero.
Pero eso no es lo peor.
Ambos, The Tab Gang y según reconoce la directora del Instituto de las Mujeres, Antonia Morillas @antoniamorillas subcontratan a una segunda empresa, Arte Mapache @ArteMapacheArt por 5000€ para la realización del cartel.
¿Qué ocurre con los otros 80.000€?


Para más INRI, Arte Mapache realiza un collage con las fotos de dos modelos, brasileña y británica, que ni saben que su imagen es usada para una campaña de un Gobierno.
Y así es cómo gastan tu dinero.
Asignan 85.000 a The Tab Gab, propiedad de influyentes personas del país y ellos subcontratan a Arte Mapache por 5.000.
A cambio, hablaran bien de @PODEMOSmientras tú pones lavadoras a las 4 de la mañana.
Un día más en España.
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El problema con esto es que estos están intentando fabricar «oprimidos» (las personas gordas) y «opresores», el resto.
Y naturalmente hay unos que se erigen a sí mismos en defensores de los gordos (los neocomunistas, como Irene Montero) contra el resto de la población a cambio del voto.
Esto no es otra cosa que la praxis marxista para hacer la revolución (fabricar en el proletario la conciencia de que es explotado por el burgués) pero aplicado a cualquier grupo que se pueda formar en la sociedad, a ser posible si es contrario contra los valores cristianos (por ejemplo los homosexuales) y por ello convertirse en una quintacolumna antioccidental, como a principios del siglo XX lo convirtieron en los proletarios o contra valores tradicionales o familiares (como el feminismo, pero no el machismo)
Con esto no solo consiguen votos quienes solo pueden ofrecer la ruina del comunismo para los que recordamos la caída del muro de Berlín. Es decir, un engañabobos hasta que haya nuevas generaciones no hayan conocido el comunismo real y piquen con la prooaganda.
Es que dividen las sociedades y las naciones (exactamente igual a la masonería en los paises católicos), lo cual según Gramsci es necesario para poder implantar el comunismo.
Como son valores anticristianos y antifamilia, se está ayudando a descristianizar la sociedad y a deshacerla (la religión y la familia son para Gramsci los dos pilares de la sociedad, por lo que es necesario destruirlos para implantar en la sociedad así indefensa el comunismo con éxito)
Mientras tanto se hace creer a la población que el gran problema son los transexuales ( un % muy pequeño en cualquier sociedad) y no, por ejemplo, que no haya trabajo o la inmigración desbocada, que no podemos mantener.
De hecho desde 1978 se ha hecho todo lo posible para que la economía nunca funcione (cierre de fábricas) con cualquier excusa (ecologismo) porque saben que si el obrero vive bien, no les vota. Tiene que pasar hambre para que viva de las ayudas sociales a cambio del voto.
Y mientras tanto, como son realmente estalinistas, importan millones de extranjeros que no saben ganarse la vida y que necesitan de ayudas sociales para sobrevivir, esto es, importan auténticos proletarios. De modo que cuando lleguen las elecciones (ya lo ha hecho Pedro Sanchez-Iván Redondo) uno de su pais y en su lengua les llame telefonicamente y les diga:
«si gana Rajoy, te va a quitar las ayudas sociales»
Sí, A esta farsa le llaman «democracia» (el gobierno del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo)
y visto lo que estos tramposos están haciendo en Estados Unidos azuzando a los negros contra los blancos o en México y Canadá azuzando a los «indigenas» contra los «españoles» y los católicos, eso mismo nos espera a nosotros en cuanto haya el mínimo numero necesario.
Sin crear ni un solo puesto de trabajo ni dejar de robar de la Caja Pública.
Hoy como en 1917 y como a principios del siglo XIX, los mismos siguen utilizando la misma fórmula (divide et impera) para lograr los mismos objetivos.
Lo asombroso del caso es que sigamos cayendo una y otra vez en la misma trampa.
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